Se analizarán algunos valores que son fundamentales en la convivencia:
Obediencia: le permite al niño ir conociendo los caminos por los cuales debe andar mientras él no distinga bien estos caminos, lo que le da la posibilidad de tomar una decisión e ir aprendiendo a ser responsable
La oposición que muestra el niño a su ambiente tiene como causa el choque de la voluntad del adulto que le pone barreras en muchos aspectos. Los límite externos que le someten a prohibiciones son imprescindibles, porque solo mediante ellos puede darse cuenta de que puede obrar y elegir pos sí mismo en muchos casos, por tanto los padres tienen que mantener el punto medio entre dejar libertad en aquello que se le puede permitir y por otro poner limitaciones cuando sea absolutamente necesario
Un niño que desde pequeño no se le enseñe a ponerse en su lugar y a renunciar a sus caprichos, más adelante tampoco lo sabrá hacer y se volverá egoísta. Además, un niño que por dureza e incomprensión de los padres o por castigos físicos no tendrá más adelante fuerzas y audacia para defender sus justas creencias y podrá ser un hombre sin iniciativa y confianza en sí mismo
Respeto: empieza cuando los adultos se dirigen a los niños de la misma manera que se espera que ellos se dirijan hacia los demás
Que el niño sepa las reglas y límites que hay que respetar es el comienzo del necesario proceso moral, esto es, distinguir el bien y el mal, el sí del no, lo que debe y lo que no debe hacer, y obrar en consecuencia
Aprender esto en sus primeros años con seguridad ayuda de adulto a controlar su carácter cuando la situación lo exija y a respetar los distintos gustos y puntos de vista de los demás
Sinceridad: en ella se fundamenta la confianza entre padres e hijos. Se construye con el estímulo permanente al fomento de que el niño cuente lo bueno y lo malo y que por más grave que sea la falta encontrará en sus padres una adecuada orientación
El niño que se acostumbra a decir la verdad es porque vive en un ambiente de confianza podrá ser comunicativo con mayor facilidad, limpio de corazón y podrá enfrentarse a cualquier situación dando siempre la cara
Para que los niños no mientan se debe renunciar a la violencia como mecanismo de comunicación intrafamiliar, lo que en la práctica significa no castigarlos físicamente, no gritarles ni faltarles al respeto, pues se debe recordar que los niños mienten por miedo, al castigo por ejemplo
Responsabilidad: para fomentar la responsabilidad en los hijos hay que hacerles sentir que son miembros muy importantes de la familia y que les tienen confianza para que asuman algunas tareas y encargos en casa
En un contexto como el planteado la convivencia familiar será mas fácil y los niños y adolescentes aprenderán a ser independientes (autónomos) y poco a poco se irán acostumbrando a asumir deberes y obligaciones que les fortalecerán en su desempeño como seres humanos
Generosidad: los niños se están preparando para ser parte de un mundo más amplio que la casa en la que habitan. Aprender a sentirse bien con ellos mismos, a comunicarse fácilmente y a sentirse satisfechos consigo mismos es el resultado de ser generosos y contribuir a la familia, a la comunidad y a toda la sociedad
Para procurar que los niños y adolescentes sean generosos hay que acompañarlos en la crianza de tal modo que vean que la felicidad no está en tener muchas cosas sino en tener un corazón tan grande que les ayude a compartir lo suyo con las demás personas, no solo en las cosas materiales sino
también en su forma de ser: aprender a esperar, a ceder, a hacer sacrificios por ellos mismos y por los otros
Si los niños y adolescentes aprenden a ser generosos se logrará una convivencia mejor haciendo la convivencia más agradable para sí y para los demás
Voluntad: el acompañamiento en la construcción de la voluntad pretende lograr que los niños y adolescentes sean constantes y tenaces, que terminen lo que empiecen, animándolos a hacer todas las cosas que puedan hacer solos, así como a dejar de hacer lo que no les conviene sin pataletas ni llanto
Como en todos los acompañamientos, no se debe olvidar que el ejemplo de los adultos significativos es primordial, pues a los adultos también les cuesta hacer y deben poner la voluntad para poder convivir sanamente
El trabajo constante de los padres y adultos significativos para los niños y adolescentes por inculcar ciertos valores en los hijos es fundamental. Si se es firme en este proceso hay mayor probabilidad de lograr que estos valores se conviertan en virtudes, definiendo estas como hábitos buenos que perfeccionan al hombre.
El aprendizaje de unos valores va llevando al aprendizaje de otros, en razón de su interdependencia. Así, la responsabilidad lleva al orden, la sinceridad a la sobriedad, el respeto a la piedad y la voluntad a la templanza.
Para no olvidar:
Los niños necesitan el buen ejemplo de sus padres y maestros y, en general, de todos sus adultos significativos
La educación en valores exige continuidad, pues se inculcan por medio del quehacer del día a día
El amor a los hijos hay que demostrarlo mediante los abrazos, las palabras, los hechos: para un niño o adolescente no es suficiente saber que lo quieren, es necesario sentir que es querido. De este modo, niños y adolescentes pueden dar de lo que tienen
Los hijos se deben aceptar como son, acompañándolos respetuosamente a que expresen sus cualidades y limitaciones
Los niños y adolescentes necesitan hacerse resilientes, esto es, estar dispuestos a aceptar los retos y a resolverlos, pero siempre con orientación y acompañamiento de los adultos significativos