La Educación Física se convierte en una herramienta imprescindible donde se educa al niño a través del movimiento para desarrollar sus aspectos tanto motores y cognitivos como socio-emocional; desarrollando habilidades motrices y capacidades físicas, facilitando el incremento de las interacciones que se dan en las distintas actividades físicas que utilizamos en nuestras sesiones. Estas relaciones, tanto con el entorno (físico-social) con uno mismo, implican todos los aspectos de la persona, desde la afectividad o la emotividad, a lo físico y lo social.

El deporte va a promover y facilitar que la persona llegue a comprender significativamente su propio cuerpo y sus posibilidades, dominar un considerable número de actividades corporales, adquirir hábitos de salud e higiene corporal, costumbres tradicionales y deportes, de modo que en el futuro puedan escoger los más convenientes para su desarrollo y relación personal. Todo ello dentro de un marco de actitud positiva ante el esfuerzo, el progreso personal, la cooperación y los intercambios sociales. Según Wallon, el movimiento humano es el medio más natural de relación que el hombre tiene, pero no solamente con el medio físico sino fundamentalmente con el medio social.

Si la Educación Física, se utiliza adecuadamente, una herramienta muy eficaz: contribuye a trabajar en la línea de mejora del clima de relaciones, educando en valores y proporcionando estrategias adecuadas para convivir, desenvolverse y resolver conflictos de la forma más asertiva posible.

Algunos  aspectos que podemos señalar para trabajar positivamente en Educación Física son:

 

• Hacer propuestas globales e integradoras que favorezcan el mayor número posible de aspectos motrices.


• Plantear actividades considerando aspectos cualitativos y no cuantitativos.


• Utilizar como recurso educativo el juego.


• Fomentar el sentido lúdico.


• Evitar tempranas especializaciones que fomenten estereotipos.


• Favorecer situaciones de interacción y no de segregación.


• Evitar la distribución de tareas en función de los sexos.


• Evitar espacios identificados con los sexos.

Educar para la paz es una forma particular de educar en valores. Cuando educamos consciente o inconscientemente estamos transmitiéndolos. Supone enseñar y aprender a resolver los conflictos que están presentes de forma permanente en nuestra sociedad como manifestación de la diversidad de intereses…