Por evitar el fracaso dejamos de actuar. Cuando no actuamos, muchos de nuestros problemas se incrementan. Nuestro bienestar disminuye. Nuestra vida y nuestras experiencias son cada vez más reducidas.
El miedo al fracaso es el temor a no lograr nuestras metas, objetivos o deseos.
Pero el problema no está en el fracaso en sí.
El fracaso sólo nos indica que el camino que elegimos no es el más adecuado. Que es necesario buscar otra opción.
El problema está en lo que el fracaso significa para cada uno de nosotros y en la manera en cómo nos calificamos a través de él.
Nos da miedo fracasar, porque:
1. Nos sentimos impotentes ante el fracaso y no nos gusta sentirnos así. No queremos soportar la incomodidad de dicho sentimiento. Asociamos equivocadamente fracaso con dolor y es a éste último a quién mas miedo le tenemos.
2. Pensamos que el éxito y el fracaso son los dos elementos que nos califican como personas.
Si tengo éxito soy una persona valiosa. Si fracaso, no valgo nada y la gente me va a criticar o rechazar.
El éxito y el fracaso son sólo resultados de una conducta o una decisión adecuada o inadecuada, correcta o incorrecta.
Una persona es mucho más que sus conductas y sus decisiones.
Por lo tanto, éstas no pueden reflejar su valor como ser humano.
El temor al fracaso no está relacionado directamente con la situación que enfrentamos, ni con su importancia o dificultad. Está determinado por lo que pensamos de dicha situación, de nosotros mismos y de cómo sus resultados nos pueden afectar.
¿Te imaginas cómo sería el mundo, si ante cualquier error o crítica, todos los inventores y científicos hubieran dejado sus proyectos sin terminar?
El fracaso es parte esencial del éxito.
Cada fracaso es una oportunidad para aprender y corregir.
Las únicas personas en este mundo que no fracasan, son aquellos que no hacen nada, que ni siquiera lo intentan.
El miedo al fracaso puede provocar un círculo vicioso:
- El temor a fracasar paraliza.
- La parálisis conduce a la inacción.
- La inacción genera una baja en la autoestima y la autoestima baja te lleva nuevamente al miedo.
¡No te dejes atrapar por este círculo!